Te llamaré viernes
Era un viernes 16 de mayo, me encontraba en un bar rodeado de gente extraña. El olor a café distraía mi mente, los aires difíciles de respirar hasta entonces se volvieron dulces de repente. Mis sentidos comenzaron a captar cada esencia que el lugar me transmitía. Cada quien trataba de desocupar su mente con algo diferente. Unos charlaban, otros estudiaban, otros tan solo saboreaban el buen sabor de un cruasán, mientras que otros tantos se dedicaban a evadirse de su propio mundo con un libro. Me fijé en el chico sentado en la mesa de mi izquierda, su chocolate caliente se había vuelto sólido a la espera de ser consumido; su total atención estaba puesta en un atlas de geografía humana , lo que llamó mi atención. Seguí en la búsqueda de nuevas sensaciones. Fue entonces cuando mis ojos se quedaron clavados en aquella chica del fondo del bar. Era pelirroja, parecía tener una tez clara, la tenue luz que la rodeaba la hacía parecer interesante. En sus manos coleccionaba cajetillas de tab