Empoderadas

Desde hace siglos se ha conceptualizado a la mujer como un ser inferior al hombre, alguien que no tiene acceso a las mismas oportunidades, privándola de sus derechos políticos, deportivos, económicos, profesionales, de libertad, entre muchos otros más. Lo cual ha generado que exista una gran desigualdad en todos los ámbitos de la sociedad.

Resulta indignante pensar que a pesar de la lucha inagotable de décadas pasadas, las mujeres no disfrutamos de las mismas oportunidades que los hombres, y ni siquiera gozamos del mismo reconocimiento con relación a nuestra aportación profesional.

Es indiscutible que la mirada al presente refleja injusticia para la mitad de la población mundial, las mujeres. La formación en el conocimiento y esencia de las cosas nos da legitimidad para defendernos y desmontar los estereotipos negativos que evitan nuestro empoderamiento.

Desde mi perspectiva personal he sido una de esas victimas que por haber practicado fútbol o ciclismo, mi deporte actual, he sido identificada por muchos en la sociedad como mujer poco femenina o directamente ‘marimacho'. Me resulta totalmente irracional el echo de q clasifiquemos cada uno de los aspectos de nuestra vida según nuestro género. No entiendo que seamos nosotras más discriminadas que los hombres si practicamos fútbol, ciclismo, moto o rugby que siempre se han considerado deportes masculinos; a la vez que me lo parece de igual forma que se discrimine a los hombres si deciden que su deporte es el ballet o gimnasia rítmica.

Hemos sido criados por una sociedad clasificadora. Donde siempre has de tener que identificarte con algo para ser aceptado. Pero no todo vale, puesto que has de tener que hacerlo dentro de aquellos ámbitos donde se considere correcto, sin importar tu preferencia. Nuestra lucha no va solo por las mujeres, si no también con el fin de luchar por un mundo donde cada uno de nosotros tenga la libertad de ser quien quiera ser, sin ser juzgado.