El efecto Frankenstein

    El efecto Frankenstein abre un eje de diálogo entre dos épocas y nos hace reflexionar sobre la desigualdad de género, tanto en el ámbito profesional como social. Los protagonistas viajan al S.XVIII donde el único discurso imperante y válido era el masculino, de manera que la información que existe sobre pensamientos, actitudes, comportamientos, etc., nos llega directamente de clérigos masculinos. Para entonces la mujer era pertenencia del padre, marido o hijo, incluso podemos decir que se le consideraba tal como una moneda de cambio en matrimonios de conveniencia. No tenían derecho de voto, pues seguían el criterio de que Dios no le había dado la capacidad para realizar dicha actividad. En el ámbito de la ciencia no era diferente, de ahí que Nora, la protagonista, haya protagonizado el papel de ambos géneros, adaptación que le resultó complicada al provenir de varios siglos más avanzados donde el papel de la mujer ya tiene importancia en todos los ámbitos de la vida. Sin embargo, observamos como en el libro existe a su vez un contexto dentro de la lucha contra la violencia de género: “Las mujeres somos también seres creados por Dios y no somos inferiores a los hombres, aunque les debamos respecto. También ellos tienen que respetarnos.” (pág 275/276) 

    En la ciudad alemana de Ingolstadt, la joven Nora está cumpliendo su sueño: estudiar medicina en una de las univer­sidades más prestigiosas del país. Todo adquiere una nueva perspectiva con la irrupción de Max, un joven que apare­ce la noche de carnaval. Viste como si fuera de otra época, está desorientado y tiene una cicatriz en el pecho, de una herida reciente de la que no debería ha­berse recuperado. 

    Cuando su camino se cruza con el de Nora, descubre que ha viajado hacia el futuro. Max ha salido de finales del siglo XVIII, momento en el que ebullen las primeras ideas del Romanticismo. Nora, curiosa por naturaleza, atraviesa un pasadizo junto a él... y se encuentra atrapada en una época totalmente dis­tinta a la suya. 

Nora viaja a finales del siglo XVIII. Allí tendrá que disfrazarse de hombre y también de señorita; y adaptarse a las vestimentas y costumbres de la época para ayudar a su amigo Max a solucionar el problema con la criatura que su irresponsable amigo Víctor ha creado y abandonado en su laboratorio. (efecto Frankenstein porque fue en esa época cuando el científico experimentó con cadáveres, así que se le hace un homenaje a este, como si Víctor hubiera creado a un Frankenstein, yo pienso).

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