El poder de la injusticia

        Lo que hace esta novela extraordinaria es mostrarnos cómo la escritora, a través del personaje principal, aborda la existencia del racismo en el mundo actual desde el punto de vista de los adolescentes. Un tema que aún sigue creando polémica actualmente, "ése es el odio que nos dan, nena, un sistema diseñado contra nosotros” (pág.53). Parece que vivimos en un mundo de blancos, donde somos superiores a la gente de color, y no. Todos somos iguales, un simple tono de piel no hace ser superior a nadie. "¿Que o quien define lo que significa ser normal?" (pág.36), aquí se refleja cómo el sistema de justicia funciona bajo estereotipos culturales y raciales, en los cuales si eres algo diferente de lo habitual ya no eres una persona normal, si no, te identifican como un ser extraño.

        "Una vez descubres lo destrozada que está una persona, es como verla desnuda: ya nunca puedes verla igual” (pág.204). Starr, la protagonista, es testigo de cómo la policía asesina a uno de sus mejores amigos, frente a sus ojos, por el simple hecho de parecer un criminal por ser una persona de color. ¿Entienden lo fuerte que es esto? Asesinar a un niño por no ser blanco. A UN NIÑO. Sí, tenía 16 años, pero sigue siendo un niño que aún no sabe nada de la vida e intenta resolverla poco a poco y llega un incompetente policía que cree tener poder y capacidad moral superior para juzgarlo basado en su apariencia y le dispara porque sintió que su realidad privilegiada estaba en riesgo. Esto no es más que una realidad, un hecho que día a día sucede en países como Estados Unidos donde el problema racial parece no mejorar entre la sociedad. Hace casi 2 años vivimos un caso que nos llegó al corazón a todos. George Floyd fue asesinado por un policía en la calle con la única escusa del color de su piel. Esto derivó en una revuelta mundial, un movimiento contra el racismo, el #blacklivesmatter. Podríamos decir qué con él, la lucha contra este problema se afianzó, todos nos volcamos más en él tratando de solucionarlo.

        "Siento una presión que me estruja los pulmones" (Pág.314). Podemos hablar del trauma que le queda a esa persona de por vida?, es una imagen que aunque quieras nunca te la vas a poder sacar de la cabeza, eso hace que una persona se vaya muriendo poco a poco por dentro, que tenga una lucha constante dentro de ella, ese deseo de superación y no querer quedarte atorado en un cliché. "Quizás soy demasiado susceptible. O quizás las cosas hayan cambiado, quizás yo he cambiado. Por ahora supongo que seguiremos fingiendo que todo va bien" (pág. 289).

        Lo que más me ha gustado es que la autora, no ha hecho un libro para contentar al público, es un libro que muestra la vida, tal y como es, injusta en su mayor parte. Refleja perfectamente un mundo que por lo menos para mi era desconocido y que me ha enseñado muchas cosas. Ese, sin duda, es el objetivo de cualquier libro, no solo emocionar y entretener, también enseñar y hacernos pensar. El final, de nuevo, te hace pensar sobre lo injustas que pueden ser las leyes para unos y lo mucho que pueden beneficiar a otros. Es una novela que te va a golpear con cada página y que es completamente necesario que lo haga. Una historia sobre no rendirse nunca y luchar por lo que creemos justo, y también la importancia de la amistad, del amor y de la familia, “para mi abuela, quien me enseñó que puede haber luz en la oscuridad” (Pág.403). Una combinación de emociones que te va a dejar sin palabras. Inspiradora, dura, esperanzadora y, sobre todo, REAL.

    Basta ya de perjuicios, basta ya de odio, basta ya de miedo.

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